EL juego largo

No se trata de arriesgar para conseguir distancia, sino de facilitar la vida al segundo golpe.

Excepto en algunos hoyos de par 3 cortos, el primer golpe se realiza desde el TEE con un palo largo. Y en la mayoría de los hoyos  también se usan palos largos en el segundo golpe, e incluso a veces en el tercero.

Son tiros de gran distancia y de probable trayectoria curvada.  Golpes realizados con palos de cara más cerrada que abierta en los que el efecto lateral predomina sobre el efecto de retroceso, porque la cara del palo impacta más cerca del ecuador de la bola que en la parte baja trasera de la misma.

En estos tiros, si la cara del palo no está cuadrada en el momento del impacto, la bola despegará con un importante SIDESPIN causante de las trayectorias curvadas en mayor o menor grado.

En general, y especialmente desde el TEE, buscamos distancia y ejecutamos golpes muy tensos, imprimiendo gran velocidad al palo, sin considerar que cuanto más fuerte pretendamos golpear la bola, mayores son los riegos de un mal contacto, y peores sus consecuencias. Por ejemplo:

• Si cogemos el palo muy fuerte es posible que las manos no encaren el palo adecuadamente en el impacto, y una pequeña desviación de la cara del palo provoca graves desviaciones laterales (ver SLICE o HOOK)
• Si ejecutamos un SWING muy rápido y potente, probablemente las manos y los brazos se descoordinen de las piernas y las caderas en el DOWNSWING, provocando impactos cruzados que inducen SLICE y/o contactos irregulares con la bola, como tiros topados o tiros pesados, ambos de escaso alcance.

Los palos largos pueden ser causa de grandes frustraciones: nada peor que un ‘DRIVE de apertura’ de un impacto excelente, gran alcance y penetrante vuelo que acabe en el barranco de la derecha después de haber recorrido transversalmente toda la calle.

Si nuestro ‘balance de bolas’ final es negativo se debe muchas veces a errores en el juego largo.

Es en estos tiros donde por menos evidente, más presente hay que tener que en el golf de aficionados la precisión está siempre muy por delante de la distancia.

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