La paradoja del putt

El porcentaje de golpes de putt en relación con el total de tiros aumenta en proporción al nivel del jugador. Conforme mejoramos, ‘tardamos’ menos en llegar al green. Pero, una vez allí, difícilmente reducimos el número de nuestros putts.

Es decir, conforme jugamos mejor en el campo, patear bien resulta más decisivo.

El aficionado, en sus primeras salidas al campo con toda su ilusión, ejecuta tantos tiros en calle que los putts en el green le parecen pocos, por muy mal que lo haga.

Conforme vamos mejorando, nuestros tiros de calle se van reduciendo en número y en mucha mayor medida que nuestros putts.

Y es posible que lleguemos a una cierta consistencia en los tiros de calle – reduciendo aún más el numero de golpes – y que, sin embargo nuestros putts no mejoren en absoluto, sino todo lo contrario.

Está claro que el green no es el fairway, que el putter no es un palo más de la bolsa y que el putt es un golpe demasiado diferente.

Patear es otra cosa. Pura sensibilidad.

Y patear bien es de especial importancia: se estropean muchos hoyos con el putt porque en el green no hay apenas posibilidad de recuperación y, a la vez, casi todos los hoyos se ganan con el putt.

Como dicen los británicos, ‘el driver te da la gloria y el putter la victoria’

Además, uno de los tres aspectos del juego cuya mejora reduce gratamente nuestros números son los putts largos.

Vale, todo está muy claro, pero entonces, ¿ por qué no se practica más?

Veamos algunos motivos:

• Patear precisa de gran concentración y no es un movimiento especialmente rápido. Muchas veces preferimos la ‘dinámica de la alfombrilla’ porque nos hace sentirnos mejor
• El golpe de putt es mucho más sencillo que cualquier swing y asumimos por tanto, que precisa de mucha menos dedicación
• La sensación de que nuestros putts nunca va a ser tan estrepitosamente malos como algunos de los demás tiros de nuestro repertorio, hace que nos centremos en otros aspectos del juego

Entrenar el putt es importante y debe incluirse en todas las sesiones de práctica, pero no resulta muy atractivo.

Desarrolla ejercicios ingeniosos para que la práctica en el green te resulte divertida y productiva y que tu mejora en el juego incluya estos golpes tan decisivos.