Una de las pautas para mejorar los tiros es no dar una sola bola sin haber pensado antes qué se pretende. Y olvidarse de todo al mover el palo.
Unos instantes de atención y chequeo al ponernos frente a la bola contribuye a un buen tiro.
Y percibir el movimiento y el impacto es mucho mas satisfactorio que pensar como va a resultar.
Si usamos el putter en prácticamente todos los hoyos que jugamos y en la mayoría de ellos pateamos al menos dos veces, ¿por qué no dedicar unos minutos al putt en cada sesión de prácticas?
Por otro lado, hay que practicar mucho más el juego corto que el juego largo porque los tiros más decisivos son los tiros cortos.
De cara a la confianza y los resultados, mejorar el juego corto es el tiempo mejor invertido de cualquier sesión de prácticas.
Podría ser un cambio de paradigma para muchos aficionados, pero puedo asegurar sesiones de prácticas completas, amenas y productivas solamente con un cubo de bolas.
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